La monitorización de una web mediante Google Analytics nos permite analizar el tráfico para optimizar las conversiones, que aumentes tus ingresos e incluso que incrementes el ticket medio y la recurrencia en las compras.
Mediante la analítica web tendremos las respuestas a todas estas preguntas y nos ayudará a implementar y evaluar las mejoras.
La monitorización de una web mediante Google Analytics nos permite analizar el tráfico para optimizar las conversiones, que aumentes tus ingresos e incluso que incrementes el ticket medio y la recurrencia en las compras.
Después, mediante estrategias de CRO (conversion rate optimization), buscamos un crecimiento de las conversiones de tu web sin que gastes más de lo que has invertido. Para ello, analizamos y optimizamos la experiencia de usuario, mejorando los puntos en los que duda o se detiene antes de completar la compra.
En la analítica web monitorizamos y extraemos muchos datos. Cada uno de ellos, representa una parcela en la que podemos implementar mejoras.
Por eso, es esencial que empecemos por definir juntos los objetivos, para poder determinar cuáles serán nuestras métricas principales. Algunos de los más comunes, que seguro que necesitarás en tu negocio son:
- Aumento del número de visitas y usuarios.
- Aumento del tiempo de las visitas, para que consuman mayor contenido y recuerden tu marca.
- Aumento de las conversiones. También decidiremos juntos lo que consideraremos conversiones: rellenar una solicitud de información, dejar un mail, descargar un contenido, suscribirse a la newsletter…
- Incremento de la satisfacción del usuario.
- Aumento de las ventas.
- Fidelizar a los clientes para que vuelvan.
- Creación de campañas eficientes en Adwords.
Los indicadores de rendimiento, llamados KPIs por los marketeros, nos ayudan a seguir la evolución del rendimiento de tu site y de nuestra estrategia de conversiones CRO. Además, nos dan la voz de alarma cuando alguna de las acciones no está obteniendo los resultados obtenidos, para poder pivotar en nuestra estrategia.
Generalmente, los compararemos con cifras relevantes de tu sector para valorar en qué lugar se encuentra tu negocio y determinar dónde queremos llegar.
Algunos de los KPIs principales que mediremos para optimizar tu web son:
- Nº de visitas, que determinará el interés de los usuarios por los contenidos, el éxito de las campañas, la mejora del posicionamiento orgánico… Aumentar las visitas es el primer paso para conseguir más ventas. ¡Si no te ven, no te compran!
- Tiempo en la página. ¿Sabes cuánto pasan los usuarios leyendo tu web? Tener este dato te ayudará a valorar la calidad y el interés de tus contenidos, si los usuarios navegan por el site de manera sencilla y satisfactoria, si les resulta agradable la estética, si están pensando en ti como opción de compra…
- Flujo de navegación. Ver dónde hace clic el usuario, qué lee y dónde le va llevando el contenido nos ayudará a potenciar el tiempo en la página y ajustar el camino hacia la venta.
- Clasificación de los visitantes. Nos divide a los usuarios según su interés de compra. Cuántos finalizan el proceso, los que añaden al carrito pero no terminan todos los pasos, los recurrentes…
¡Todo lo que hay que saber para entender a tus clientes potenciales y saber qué necesitan que les ofrezcas para decidirse por ti!
- ¿Qué esperan encontrar en la web y qué expectativas no se han alcanzado?
- ¿Qué parte del proceso no comprenden o les parece engorrosa?
- ¿Qué les lleva hasta el site?
- ¿Qué palabras clave están posicionadas en los motores de búsqueda?
- ¿Qué puntos débiles podemos optimizar para aumentar el tiempo en página, conversiones y ventas?